|
|
|
|
|
DIRIGIBLES: LA PATENTE DE 1902
El 5 de mayo de 1902 Torres Quevedo solicitó en Francia la patente “Perfectionnementsauxaérostatsdirigieables” que, junto con una memoria complementaria, fue informada muy favorablemente por las Academias de Ciencias de París y de Madrid.
La aportación principal consistía en introducir en el interior de la envuelta una viga formada prioritariamente por cuerdas, que adquiere rigidez por la presión interior del gas y permite la suspensión interior de la barquilla, que pensaba entonces que debía ir unida a la parte inferior de la envuelta mediante una quilla metálica.
La aportación principal consistía en introducir en el interior de la envuelta una viga formada prioritariamente por cuerdas, que adquiere rigidez por la presión interior del gas y permite la suspensión interior de la barquilla, que pensaba entonces que debía ir unida a la parte inferior de la envuelta mediante una quilla metálica.